La Cruz, un simple poste o dos maderos cruzados, fue empleada como instrumento de suplicio en diversos pueblos. Tras la crucifixión de Jesús, la cruz de éste vino a significar sacrificio, salvación y fe cristiana. Era el principal y más universal símbolo del Cristianismo. Además, los primeros cristianos encontraron prefiguraciones de la cruz en otros símbolos del Antiguo Testamento como la barca, el hacha, el arado, la estrella, o la asociaron a maderos, árboles y señales de que habla la Escritura. La Teología cristiana apoyándose en textos bíblicos, ha tomado a la cruz como símbolo de seguimiento de Jesús, del más allá, del mensaje cristiano, de la vida del creyente, escala que conduce a Dios, símbolo por excelencia de Cristo y del cristiano y talismán que protege del mal.
Espacio de opinión de Marce Miranda Loayza